¿Pequeño negocio? ¡Piensa en grande!
Digamos que eres el responsable de un pequeño negocio. Inviertes horas en hacer tu trabajo y sacar lo mejor de lo que tienes. Dispones de pocos recursos, mucho trabajo que hacer y quieres crecer.
Además, tu competencia tiene muchos más recursos a tu alcance, más dinero y mucha más visibilidad. ¿Cómo vas a competir?
Lo primero que se te pasa por la cabeza es que no puedes, que tienes que jugar en otras ligas, pero, como pequeño negocio tienes tres ventajas a tu favor:
- Agilidad: piensa que las grandes empresas tardan mucho en actuar, ya que para aprobar los procesos tienen que pasar por muchos filtros que entorpecen la efectividad. Tú tienes muchísimos menos impedimentos, lo que te permite planear y ejecutar acciones mucho más rápido.
- Eres multitask: sí, por necesidades del guión, pero lo eres. Si tienes profesionales trabajando contigo, seguramente serán personas muy versátiles, tú mismo, acostumbradas a cambiar, aprender y a adaptarse en caso de necesidad.
- Eres más creativo: los grandes presupuestos, si bien nos permiten realizar grandes campañas, nos hacen acomodarnos porque pensamos que podemos hacer cualquier cosa, mientras que si tenemos poco presupuesto, tenemos que buscarnos la vida un poco más y sacar lo máximo de lo mínimo, por lo que tenemos que buscar la solución más creativa posible para destacar.
No importa que seas un pequeño negocio, siempre puedes aprovechar sus fortalezas para estar en igualdad de condiciones con el rival más grande. Por ello, es importante sacar lo máximo de lo que tienes a tu disposición: si no puedes contratar, maximiza el talento del que dispones en tu negocio. Invierte en formación que puedan inyectar nuevas ideas y conocimientos a corto plazo, usa el marketing de automatización para sacar el máximo rendimiento a tu tiempo enfocando tu sistema estratégico en las tareas que puedes automatizar. También puedes reutilizar contenidos de forma innovadora a través de los distintos canales, así como para enganchar a tus clientes en conversaciones. Y, por supuesto, sé disciplinado en su uso, pues tu sistema debe cubrir el ciclo completo.
Por otro lado, es fácil tropezar para un pequeño negocio por no dedicar el tiempo necesario a evaluar lo conseguido, pero realmente, esto es más importante para los negocios más grandes, aunque es importante también en los pequeños.
Una vez tengas las herramientas y conocimientos necesarios, el engagement conseguido con el cliente será el que conducirá el proceso de toma de decisiones.
No se pueden reemplazar la intuición ni la experiencia, pero es mejor medir y luego usar la intuición para decidir donde invertir nuestros recursos. No obstante, no podemos pararnos en las métricas, no podemos bajar el ritmo. Tenemos que hacerlo de forma ágil que nos permita seguir avanzando.
Tampoco podemos limitarnos a hablar de la alineación entre ventas y marketing, tenemos que hacerlo realidad. Podemos considerar enfocar nuestros esfuerzos en los ingresos, al menos, en celebrar reuniones que se centren en este KPI, asegurando la comunicación. La fuerza cohesiva de un pequeño negocio puede darte una gran ventaja.
¿Cómo lo aprovechas tú?
[…] ¿Pequeño negocio? ¡Piensa en grande! […]