Para cualquier marca que se precie es fundamental mantener una buena imagen y una buena reputación, independientemente del tamaño de la empresa, ya sea grande o pequeña, pues en el mundo digital la buena reputación online es la moneda de cambio más preciada para trabajar con marcas o profesionales.
Así, es imprescindible que nuestra marca sea impoluta, sin ninguna mancha en su haber, ya que, de otra forma, no conseguiremos generar esa confianza tan necesaria en el usuario- cliente, y, por lo tanto, no podremos lograr sumarlo a nuestra causa, ni, por supuesto, fidelizarlo y convertirlo en un prescriptor de nuestra marca.
Aunque no somos los primeros en decirlo, sí lo decimos muy fuerte, no puedes lanzarte al vacío sin una estrategia. No importa que seas pequeña o gran empresa. Sin estrategia, el resultado será el mismo en ambos casos. Fracaso absoluto.
Piensa que una estrategia es la hoja de ruta de nuestra marca, el mapa que nos dice dónde está nuestro próximo objetivo y que nos ayuda a alcanzarlo, detallando acciones y tácticas a seguir en un tiempo y modo determinados. Sin estrategia, nuestra marca es como un explorador sin mapa, perdido y desorientado.
Otro factor que puede dañar nuestra marca de una forma importante es no tener una imagen consistente, de confianza. Como hemos dicho antes, la reputación lo es todo en el marketing online (y offline). En un entorno en el que las relaciones entre clientes- profesionales- empresas- marcas se establecen, en muchas ocasiones, a distancia, la reputación de cada uno de ellos es un elemento clave para establecer una relación laboral.
Igualmente, necesitamos crear engagement con el usuario, una vinculación especial entre ellos y nosotros, proporcionando valor, que en muchas ocasiones es el contenido, por lo que necesitamos que el que creemos y compartamos sea de calidad. Si nuestro contenido no es relevante, si no interesa, y, si no es de calidad, estaremos dañando a nuestra marca muchísimo. Además, el contenido que creamos y compartimos, nuestra propia presencia online, es una promesa que hacemos al usuario de algo que vamos a ofrecerle, si no somos consecuentes con ello y la rompemos, los efectos podrían ser devastadores.
En la misma línea que estamos comentando de mantener una buena imagen, una web o un blog que no sea adecuado, que no vaya en línea con tu marca, puede ser perjudicial en lugar de beneficioso. Nuestra web o blog es nuestro centro de operaciones, a donde dirigimos a cualquier usuario interesado en lo que ofrecemos, y, de igual modo que cuando invitamos a casa a alguien la tenemos impoluta, nuestra web debe ser igual.
Un error que es muy frecuente en las marcas, sin importar el tamaño, es pensar que una presencia online cercana es una presencia soez y que pase de lo “atrevido” y lo humorístico a lo desagradable y ofensivo. Debemos ser cercanos y llanos, vale, pero sin caer en el lado oscuro.
Pero, si hay algo que nos puede lastimar verdaderamente, es no escuchar a nuestra audiencia, no oir atentamente lo que nuestra comunidad tiene que decirnos. Es ciertamente impresionante, aunque increíble, la gran cantidad de marcas que hoy en día, todavía, ignoran por completo a la comunidad y se centran en mandar mensajes unidireccionales en plan coche de campaña electoral, desoyendo por completo a los usuarios, y, por lo tanto, perdiendo la oportunidad de aprender de ella y de conocer cuáles son sus necesidades.
¿Cómo es la imagen de tu marca?
[…] Factores que pueden dañar tu marca […]