El mundo dospuntocero avanza a pasos agigantados, todo cambia a velocidad de vértigo, y, posiblemente lo que hoy vale, mañana no. Eso es el único inconveniente de este mundillo, aunque, por otro lado, puede ser visto como algo muy positivo, porque sigue dando pasos hacia su consolidación.
Igual que la forma de entender el marketing y el social media cambia, también cambia la forma de usar sus herramientas, y, una de estas herramientas es la web.
La web es nuestra carta de presentación, lo primero que vemos de una marca cuando la buscamos en Google, por lo que es necesaria una actualización constante y un mimo extremo. Es necesario revisarla cada cierto tiempo.
Así pues, tal vez ya sea hora de repensar tu web.
Como sabemos, la creación de una web debe hacerse en función a nuestra audiencia y a los objetivos que la marca establece. Así pues, si tu marca no tiene un plan de comunicación ni un plan de marketing, lo primero es dejar claro cuáles son las comunicaciones globales y un plan de marketing, usándolos para establecer los objetivos que nuestra marca aspira a alcanzar.
Sin embargo, si lo tenemos, es hora de plantearse quién es nuestra comunidad, nuestra audiencia, a qué tipo de cliente- usuario estamos intentando alcanzar con nuestra web, y pensar si nuestra audiencia está de acuerdo con nosotros. En caso de que la respuesta sea negativa, tendremos que hacer un esfuerzo para determinar cuál es la audiencia, consultando, si es necesario, con la ayuda de un profesional.
Pero puede pasar también que la respuesta a esta cuestión sea afirmativa, en cuyo caso, deberemos plantearnos si sabemos qué tipo de usuarios es el que visitan nuestra web, para lo que podemos configurar la opción correspondiente de seguimiento en Google Analytics, una potente herramienta de analíticas web gratuíta. Igualmente, debemos plantearnos si sabemos qué es lo que los usuarios esperan encontrar en nuestra web, y, aunque no solemos hacerlo, es buena idea preguntarles a ellos directamente mediante encuestas o hablando directamente con ellos.
Una vez tenemos esa respuesta, es necesario plantearse si esto se alinea con las acciones que queremos realizar y con los objetivos que nos hemos planteado.
Respecto al contenido y a la estructura, cabe decir que es fundamental para que nuestra web sea funcional y para que, realmente, aporte valor.
Para ello, deberemos revisar la arquitectura web de nuestra página como la agrupación de contenidos, el diseño y la navegación, para, si es necesario, reestructurarlo. Tenemos que considerar si el texto de la web es claro y tiene un estilo apropiado. Si no es el caso, deberemos revisarlo y modificarlo, ya que una web poco clara tiene un porcentaje de rebote muy alto, escribiendo párrafos cortos e incorporando elementos visuales en nuestra web.
Es necesario analizar si el contenido que está en nuestra web satisface todas las necesidades de nuestra audiencia, si los usuarios encuentran fácilmente lo que buscan en nuestra web, si está actualizado. Tenemos que crear una estrategia de contenidos para nuestra web y definir cuáles son nuestras prioridades basándonos en las necesidades de nuestro target.
Dentro de este plan de contenidos deberemos establecer un calendario editorial realista, asegurándonos de definir en ella el papel de cada miembro del equipo.
El diseño de una web es imprescindible para atraer al usuario- consumidor. Necesitamos una web atractiva, que sea llamativa.
Una cuestión imprescindible de ser analizada es si tenemos una guía de estilo donde se recoja todo lo relacionado con el diseño corporativo, y si no, debemos desarrollar unas líneas maestras para unificar y estandarizar el aspecto de tu marca en materia social. Si ya la tenemos, debemos asegurarnos de que lo visual está alineado con la personalidad de nuestra marca, que transmite los valores que queremos. Y, por supuesto, que en los dispositivos móviles nuestro aspecto es impecable con una buena responsive web.
Si haces todo esto, perfecto, pero no te confíes. Ten los ojos bien abiertos para detectar nuevas tendencias y reevaluar el estado de tu web, usando también un buen sistema CRM para atender adecuadamente a tus usuarios-clientes.
