Los mejores marketeros y empresas tienen una cosa en común: la credibilidad. Cuando un cliente confía en ti, tienes una oportunidad para construir relación más que beneficiosa para la empresa. Pero, ¿cómo hacerlo?
Usar un vocabulario demasiado informal y cercano puede no parecer un gran error, pero estamos tratando de construir credibilidad, puede serlo. Cuando un cliente acaba de conocer a ti y tu empresa, necesitas exudar profesionalidad, y pequeños errores como éste hace exactamente lo contrario. Los clientes se dará cuenta de si cometes errores de ortografía y gramática y si accidentalmente cometes errores tipográficos, y esto se puede considerar una señal de que no prestas atención a los detalles.
Cumple tus promesas.
Es fundamental no generar más expectativas que las que puedes cumplir. Cuando haces promesas a un cliente para simplemente para firmar un contrato y que luego no se cumplen, supone una bomba para tu credibilidad. ¿Cómo va a un cliente a ser capaz de confiar en lo que dices cuando has roto la primera promesa que les has hecho?
Debes centrarte en ofrecer lo que necesita el cliente, olvidándote de todo lo demás. Intenta ofrecer al usuario lo que quiere comprar, no lo que tú quieres vender. Si haces lo contrario, te verán como un vendehumos más que solamente quiere venderles lo que necesita
Los clientes quieren saber lo que les ofreces ha funcionado antes. Como prueba, antes de buscar nuevos clientes, crea un caso de éxito que enseñe cómo lo han usado anteriormente y qué resultados ha tenido.
Eso sí, es fundamental tener una fuerte presencia online.
La primera vez que te pongas en contacto con un cliente nuevo, el cliente te googleará para ver quién eres. ¿Qué van a encontrar cuando empiecen a buscarte? Por ese motivo, tienes que tener una fuerte presencia online para que los clientes se lleven una buena impresión. Actualiza tu perfil de LinkedIn, comprueba la configuración de privacidad en otros perfiles para que nadie pueda ver lo que no quieras mostrar. Ten en cuenta que las primeras impresiones son las que quedan más, y es complicado cambiarlas.
La credibilidad profesional es muy complicada de generar, pero muy fácil de perder.
¿Cómo la creas tú?